A principios de 2012, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, hizo público un desafío personal. Y, fiel a su estilo, para darlo a conocer apeló a su lenguaje directo y sin vueltas que tanto lo caracteriza: "Las cosas son muy claras. Hay que prepararse para un mundo en crisis. Si el superávit comercial este año es de entre u$s10.000 y u$s12.000 millones, el show puede continuar. Si estamos debajo de los u$s10.000 millones vamos a estar complicados. Y si llegamos a estar debajo de los u$s6.000 millones, olvídense".
"Este Gobierno necesita dólares. Y esos dólares sólo se fabrican en un país que no es el nuestro", disparó el funcionario en el marco de una charla con militantes kirchneristas.
Estas expresiones, que develaron a un Moreno franco y realista, tuvieron lugar apenas unos seis meses atrás. Y, en ese entonces, la realidad es que pocos economistas le daban crédito al secretario de Comercio Interior.
Por el contrario, apenas conocido el "desafío Moreno", desde distintos sectores salieron a tildar de "irreal" el objetivo de superar los u$s10.000 millones para que el "show pudiera continuar".
Algunas de las más prestigiosas consultoras señalaban que difícilmente el saldo de la balanza comercial podría superar los u$s8.000 millones. Y hubo quienes, incluso, proyectaron un superávit de tan sólo u$s5.000 millones. Es decir, entrando en la turbulenta zona que Moreno calificó como de "olvídense".
Claramente, no creían posible que un solo funcionario fuera capaz de llevar adelante semejante tarea titánica, en momentos en que la dependencia de la energía importada se acrecentaba y la soja no estaba brillando en todo su esplendor.
¿Qué sucedió desde aquella mítica frase a hoy? La realidad indica que el funcionario finalmenteestá cerca de cumplir con su objetivo.
En efecto, según datos del INDEC, durante los primeros cinco meses el superávit comercialalcanzó los u$s6.300 millones, lo que implicó un incremento del 32% en relación al mismo período de 2011.
Así, ese sueño que parecía imposible tiene altas chances de convertirse en realidad. Y es por eso que los pronósticos de los expertos, que ayer tiraban en contra, hoy juegan todas sus fichas a un único pleno: la meta oficial se alcanzará. Y hasta algunos se animan a decir que con holgura.
En este contexto, Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora Abeceb, destacó que "el saldo comercial este año podría acercarse a los u$s10.500 millones. Claro que se llegará únicamente con todo este esquema de restricciones".
Por su parte, Ramiro Castiñeira, analista de Econométrica, fue más allá y aseguró que el superávit"no bajará de los u$s12.000 millones, por las limitaciones a las importaciones y la desaceleración de la actividad económica. Incluso, contemplando menores exportaciones de soja y de vehículos por el enfriamiento de Brasil, se va a llegar fácilmente a esa cifra".
Además, el experto sostuvo que, de la mano de un férreo control de las importaciones, sumado a las restricciones para el giro de utilidades al exterior, "este año se va a terminar logrando unsuperávit de la cuenta corriente del orden de los u$s2.000 millones, una cifra que parece pequeña, pero que no es menor, dado que el año pasado este indicador había sido negativo en unos u$s5.000 millones y que, además, son muy pocos los países que hoy pueden darse este ´lujo´".
Para el experto, "estos son dólares que permiten hacer frente al pago de la deuda amortiguando un poco la pérdida de reservas. Ese es el principal beneficio".
Sin embargo, aseguró que "está claro que no es algo para festejar. Durante años, esto se lograba con un país creciendo al 9% y aun teniendo importaciones récord. Ahora, sólo es posible con restricciones y caída de la actividad económica".
¿Un "éxito"?
Con la posibilidad cada vez más certera de obtener el colchón superior a los u$s10.000 millones que se fijó Moreno seis meses atrás, resta por considerar si este aparente "éxito" estadístico se condice con un triunfo para la economía en general.
En este sentido, los expertos consultados consideraron que, cuanto más debe intervenir el funcionario para regular la economía, mayores están siendo los efectos colaterales,especialmente en lo que se refiere a nivel de actividad, inversiones y empleo.
En este sentido, la caída de las importaciones del orden del 4% durante los primeros cinco meses del año, en momentos en que la economía se desacelera, permite plantear el dilema del "huevo o la gallina", es decir: si el ingreso de productos del exterior genera una caída en el ritmo de actividad o si, en cambio, son las importaciones las que se desaceleran por efecto del enfriamiento de la economía.
"Este Gobierno necesita dólares. Y esos dólares sólo se fabrican en un país que no es el nuestro", disparó el funcionario en el marco de una charla con militantes kirchneristas.
Estas expresiones, que develaron a un Moreno franco y realista, tuvieron lugar apenas unos seis meses atrás. Y, en ese entonces, la realidad es que pocos economistas le daban crédito al secretario de Comercio Interior.
Por el contrario, apenas conocido el "desafío Moreno", desde distintos sectores salieron a tildar de "irreal" el objetivo de superar los u$s10.000 millones para que el "show pudiera continuar".
Algunas de las más prestigiosas consultoras señalaban que difícilmente el saldo de la balanza comercial podría superar los u$s8.000 millones. Y hubo quienes, incluso, proyectaron un superávit de tan sólo u$s5.000 millones. Es decir, entrando en la turbulenta zona que Moreno calificó como de "olvídense".
Claramente, no creían posible que un solo funcionario fuera capaz de llevar adelante semejante tarea titánica, en momentos en que la dependencia de la energía importada se acrecentaba y la soja no estaba brillando en todo su esplendor.
¿Qué sucedió desde aquella mítica frase a hoy? La realidad indica que el funcionario finalmenteestá cerca de cumplir con su objetivo.
En efecto, según datos del INDEC, durante los primeros cinco meses el superávit comercialalcanzó los u$s6.300 millones, lo que implicó un incremento del 32% en relación al mismo período de 2011.
Así, ese sueño que parecía imposible tiene altas chances de convertirse en realidad. Y es por eso que los pronósticos de los expertos, que ayer tiraban en contra, hoy juegan todas sus fichas a un único pleno: la meta oficial se alcanzará. Y hasta algunos se animan a decir que con holgura.
En este contexto, Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora Abeceb, destacó que "el saldo comercial este año podría acercarse a los u$s10.500 millones. Claro que se llegará únicamente con todo este esquema de restricciones".
Por su parte, Ramiro Castiñeira, analista de Econométrica, fue más allá y aseguró que el superávit"no bajará de los u$s12.000 millones, por las limitaciones a las importaciones y la desaceleración de la actividad económica. Incluso, contemplando menores exportaciones de soja y de vehículos por el enfriamiento de Brasil, se va a llegar fácilmente a esa cifra".
Además, el experto sostuvo que, de la mano de un férreo control de las importaciones, sumado a las restricciones para el giro de utilidades al exterior, "este año se va a terminar logrando unsuperávit de la cuenta corriente del orden de los u$s2.000 millones, una cifra que parece pequeña, pero que no es menor, dado que el año pasado este indicador había sido negativo en unos u$s5.000 millones y que, además, son muy pocos los países que hoy pueden darse este ´lujo´".
Para el experto, "estos son dólares que permiten hacer frente al pago de la deuda amortiguando un poco la pérdida de reservas. Ese es el principal beneficio".
Sin embargo, aseguró que "está claro que no es algo para festejar. Durante años, esto se lograba con un país creciendo al 9% y aun teniendo importaciones récord. Ahora, sólo es posible con restricciones y caída de la actividad económica".
¿Un "éxito"?
Con la posibilidad cada vez más certera de obtener el colchón superior a los u$s10.000 millones que se fijó Moreno seis meses atrás, resta por considerar si este aparente "éxito" estadístico se condice con un triunfo para la economía en general.
En este sentido, los expertos consultados consideraron que, cuanto más debe intervenir el funcionario para regular la economía, mayores están siendo los efectos colaterales,especialmente en lo que se refiere a nivel de actividad, inversiones y empleo.
En este sentido, la caída de las importaciones del orden del 4% durante los primeros cinco meses del año, en momentos en que la economía se desacelera, permite plantear el dilema del "huevo o la gallina", es decir: si el ingreso de productos del exterior genera una caída en el ritmo de actividad o si, en cambio, son las importaciones las que se desaceleran por efecto del enfriamiento de la economía.
Al respecto, desde el Banco Ciudad aseguraron que el menor dinamismo de la económica responde "un poco a las dos cosas": "Si bien es evidente que la desaceleración en Brasil y la sequía impactaron negativamente a la industria y al agro, no es menos cierto que las restricciones cambiarias y comerciales, conjugadas con otras medidas y anuncios oficiales, en poco ayudaron a moderar sus efectos, generando una profundización de la caída".
A continuación, el siguiente cuadro -elaborado en base a datos de la UIA- pone de manifiesto la desaceleración de la industria en 2012:
A continuación, el siguiente cuadro -elaborado en base a datos de la UIA- pone de manifiesto la desaceleración de la industria en 2012:
En este contexto, según un relevamiento de la Fundación Observatorio Pyme, casi 6 de cada 10 industrias alertaron que el sistema de control de importaciones repercutió en forma directa en su actividad.
Y, en la inmensa mayoría de los casos, el impacto fue negativo, en tanto que apenas el 12% de las compañías reconoció que las medidas tuvieron un resultado favorable al ponerle una barrera al ingreso de bienes que compiten con su producción.
Es por ello que no sorprende el hecho de que el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, haya salido a reclamarle a Moreno por el freno aduanero, una situación impensada hace meses atrás.
"Con esta matriz productiva la Argentina tiene una dependencia importante de las importaciones para mantener el nivel de actividad. Y como creemos que la preocupación de mantener el ritmo es común entre nosotros y el Gobierno, lo advertimos. Cada punto del producto industrial que se trata de subir, multiplica por tres y medio el nivel de importaciones", afirmó el líder de los industriales.
Y, en la inmensa mayoría de los casos, el impacto fue negativo, en tanto que apenas el 12% de las compañías reconoció que las medidas tuvieron un resultado favorable al ponerle una barrera al ingreso de bienes que compiten con su producción.
Es por ello que no sorprende el hecho de que el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, haya salido a reclamarle a Moreno por el freno aduanero, una situación impensada hace meses atrás.
"Con esta matriz productiva la Argentina tiene una dependencia importante de las importaciones para mantener el nivel de actividad. Y como creemos que la preocupación de mantener el ritmo es común entre nosotros y el Gobierno, lo advertimos. Cada punto del producto industrial que se trata de subir, multiplica por tres y medio el nivel de importaciones", afirmó el líder de los industriales.
Y, acto seguido, cuestionó la política de administración del comercio: "Sabemos que Moreno tiene un estilo que precisamente no pasa por construir puentes. Es algo que yo no comparto. Creo que a nadie le gusta sinceramente que le digan qué puede importar y qué no".
Por su parte, Marcelo Elizondo, exdirector ejecutivo de la Fundación ExportAr, recordó que "limitar las importaciones sin dudas es frenar el ritmo de actividad, porque el 80% de lo que llega de afuera se utiliza para la producción, mientras que la incidencia de bienes de consumo es baja".
En la misma línea, Lamothe aseguró que "con toda esta política del ´cerrojo´ no solucionaron nada y encima perjudicaron a la industria, porque empezaron a regular el ingreso de todo lo que es bienes de consumo, pero después, para garantizar el superávit comercial, no les quedó otra que avanzar sobre otros productos, mucho más sensibles, como los intermedios. Y eso obviamente significa menos actividad".
Ante este panorama, desde el Banco Ciudad advirtieron que "en el interín, la inflación sigue alta,abriendo las puertas al tan temido contexto estanflacionario".
Represalias: proteger para luego ser castigado
Otra consecuencia que está perjudicando a los ejecutivos de negocios de la Argentina es el alto precio que están pagando por el "efecto cerrojo" de la mano de las represalias comerciales.
Por su parte, Marcelo Elizondo, exdirector ejecutivo de la Fundación ExportAr, recordó que "limitar las importaciones sin dudas es frenar el ritmo de actividad, porque el 80% de lo que llega de afuera se utiliza para la producción, mientras que la incidencia de bienes de consumo es baja".
En la misma línea, Lamothe aseguró que "con toda esta política del ´cerrojo´ no solucionaron nada y encima perjudicaron a la industria, porque empezaron a regular el ingreso de todo lo que es bienes de consumo, pero después, para garantizar el superávit comercial, no les quedó otra que avanzar sobre otros productos, mucho más sensibles, como los intermedios. Y eso obviamente significa menos actividad".
Ante este panorama, desde el Banco Ciudad advirtieron que "en el interín, la inflación sigue alta,abriendo las puertas al tan temido contexto estanflacionario".
Represalias: proteger para luego ser castigado
Otra consecuencia que está perjudicando a los ejecutivos de negocios de la Argentina es el alto precio que están pagando por el "efecto cerrojo" de la mano de las represalias comerciales.
Es un hecho: según la consultora DNI, que dirige Elizondo, el país mantiene actualmente unos 45 frentes de conflicto con diferentes naciones debido a las trabas a las importaciones. Y esto, por supuesto, tiene un costo.
Todas las semanas se suman casos de compañías que tienen que "bajar sus persianas" hasta nuevo aviso o directamente echar personal al ver cómo los mercados a los que abastecían en el exterior ahora aplican la "Ley del Talión", es decir, un freno al ingreso de productos albicelestes de la misma manera que lo hace Moreno.
Entre los casos más resonantes de estos últimos días se pueden mencionar los siguientes:
• Alimentos
Nucete: la empresa riojana cesó sus actividades por tiempo indeterminado, dejando a casi 500 personas sin trabajo, debido a las trabas a las exportaciones impuestas por Brasil a modo de represalia.
Finca La Liliana: firma compuesta por tres compañías olivícolas, también de La Rioja. Adhirió al "procedimiento preventivo de crisis" e informó 103 despidos a la Secretaría de Trabajo de la provincia. Los motivos son los mismos: el nuevo "cerrojo" del país vecino, que recién el viernes pasado comenzó a flexbilizar el ingreso de estos productos.
McCain: la planta que elabora papas congeladas días atrás volvió a suspender sus actividades por el freno fijado por el gobierno de Dilma Rousseff. Actualmente se ven afectados unos 700 operarios de la planta de Balcarse, aunque están en riesgo los ingresos de unas 2.000 personas que trabajan de manera indirecta. Esto también, consecuencia de la Ley del Talión, aplicada por la "dama de hierro" brasileña.
• Industria
Renault: suspendió a 1.600 empleados y paralizó la producción -hasta el 10 de julio- de su planta que tiene en la provincia de Córdoba. El problema, alertaron desde SMATA, es el sobrestock de vehículos debido a las fuertes demoras que está imponiendo Brasil al ingreso de 0Km argentinos.
Fiat: semanas atrás debió suspender turnos, que afectaron a 1.500 trabajadores de su fábrica ubicada en Córdoba. A los problemas para exportar a Brasil se sumó la falta de componentes para desarrollar procesos productivos. Es decir, un doble "torniquete".
Metalúrgica Tandil: debió paralizar su planta durante una semana y suspender a 160 empleados, que vieron reducidos sus ingresos salariales. La caída en la actividad de las automotrices y el cierre del mercado brasileño fueron un cóctel que impactó de lleno en esta compañía, una de las más importantes de esa región.
McCain: la planta que elabora papas congeladas días atrás volvió a suspender sus actividades por el freno fijado por el gobierno de Dilma Rousseff. Actualmente se ven afectados unos 700 operarios de la planta de Balcarse, aunque están en riesgo los ingresos de unas 2.000 personas que trabajan de manera indirecta. Esto también, consecuencia de la Ley del Talión, aplicada por la "dama de hierro" brasileña.
• Industria
Renault: suspendió a 1.600 empleados y paralizó la producción -hasta el 10 de julio- de su planta que tiene en la provincia de Córdoba. El problema, alertaron desde SMATA, es el sobrestock de vehículos debido a las fuertes demoras que está imponiendo Brasil al ingreso de 0Km argentinos.
Fiat: semanas atrás debió suspender turnos, que afectaron a 1.500 trabajadores de su fábrica ubicada en Córdoba. A los problemas para exportar a Brasil se sumó la falta de componentes para desarrollar procesos productivos. Es decir, un doble "torniquete".
Metalúrgica Tandil: debió paralizar su planta durante una semana y suspender a 160 empleados, que vieron reducidos sus ingresos salariales. La caída en la actividad de las automotrices y el cierre del mercado brasileño fueron un cóctel que impactó de lleno en esta compañía, una de las más importantes de esa región.
A estos casos se suman otros que van más allá de las represalias pero que están totalmente vinculados con el "efecto Moreno", principalmente por la política de precios y limitación de las exportaciones que desde hace años impone el funcionario en rubros como carne y lácteos:
Carnes Pampeanas: la compañía que en 2006 había sido adquirida por el gigante estadounidense Tyson Food y que luego pasó a manos de Cresud, actualmente está totalmente parada. Viene de registrar pérdidas por $61 millones, dejando en la calle a 300 empleados.
Establecimiento lechero Don Luis: el tambo, ubicado en Chascomús, tenía más de 60 años de historia. El precio congelado de $1,50 que cobraba por litro de leche impidió que la firma continúe con sus actividades.
Carnes Pampeanas: la compañía que en 2006 había sido adquirida por el gigante estadounidense Tyson Food y que luego pasó a manos de Cresud, actualmente está totalmente parada. Viene de registrar pérdidas por $61 millones, dejando en la calle a 300 empleados.
Establecimiento lechero Don Luis: el tambo, ubicado en Chascomús, tenía más de 60 años de historia. El precio congelado de $1,50 que cobraba por litro de leche impidió que la firma continúe con sus actividades.
Inversiones: la Argentina, cada vez más relegadaEn este contexto, Lamothe precisó que "la política del cerrojo es miope. Cuando más se necesitaba la inversión, se termina avanzando en dirección contraria. Primero, por las limitaciones que tienen las empresas para hacerse de insumos. Segundo por la imposibilidad de girar utilidades al exterior y, en tercer lugar, por el acortamiento de los plazos para liquidar divisas, que terminó perjudicando a las empresas exportadoras que son, supuestamente, a quienes se quiere proteger".
Es en este escenario en el que la llegada de inversiones extranjeras se presenta hoy como la gran cuenta pendiente de la era kirchernista.
No es para menos: el año pasado los desembolsos de capitales provenientes del exterior totalizaron u$s7.400 millones, tan sólo un 5% más que en 2010.
En ese mismo lapso, Brasil pasó de recibir u$s48.500 a u$s66.660 millones, un 37% más, tal como se puede observar en la siguiente infografía:
En ese mismo lapso, Brasil pasó de recibir u$s48.500 a u$s66.660 millones, un 37% más, tal como se puede observar en la siguiente infografía:
En este contexto, desde la consultora DNI aseguraron que "parece claro que por la dimensión de su economía, la Argentina debería estar en condiciones de recibir mayor inversión extranjera que otros países que están superándola en esta materia, como Colombia, Perú o Chile".
Desde el IERAL advirtieron que "se espera que el porcentaje de participación local en el total de inversión extranjera directa en la región toque un piso histórico este año en torno al 3%", una cifra casi ínfima si se considera que en 2008 esa proporción ascendía al 10%.
Frente a la danza de números, Elizondo alertó que "si esto fuera una tabla de posiciones de un torneo de fútbol seríamos un equipo que no para de perder puntos. No sólo porque la inversión casi no crece sino porque los demás nos están sacando ventaja año a año. Sin ir más lejos, un país del tamaño de Chile hoy recibe u$s10.000 millones más que nosotros, algo difícil de entender".
A la hora de buscar las causas, el experto se refirió a los constantes cambios políticos y normativos que impactan negativamente en cualquier plan de inversión de largo plazo, a lo que también sumó el flagelo de la inflación.
Sin embargo, aseguró que una gran cuota del actual cuadro es consecuencia directa de las estrategias de Moreno: "La fuerte intervención en la política de precios, las dificultades para acceder a bienes de capital e insumos y las últimas restricciones al giro de utilidades al exterior claramente jugaron en contra al momento de recibir inversiones".
Desde el IERAL advirtieron que "se espera que el porcentaje de participación local en el total de inversión extranjera directa en la región toque un piso histórico este año en torno al 3%", una cifra casi ínfima si se considera que en 2008 esa proporción ascendía al 10%.
Frente a la danza de números, Elizondo alertó que "si esto fuera una tabla de posiciones de un torneo de fútbol seríamos un equipo que no para de perder puntos. No sólo porque la inversión casi no crece sino porque los demás nos están sacando ventaja año a año. Sin ir más lejos, un país del tamaño de Chile hoy recibe u$s10.000 millones más que nosotros, algo difícil de entender".
A la hora de buscar las causas, el experto se refirió a los constantes cambios políticos y normativos que impactan negativamente en cualquier plan de inversión de largo plazo, a lo que también sumó el flagelo de la inflación.
Sin embargo, aseguró que una gran cuota del actual cuadro es consecuencia directa de las estrategias de Moreno: "La fuerte intervención en la política de precios, las dificultades para acceder a bienes de capital e insumos y las últimas restricciones al giro de utilidades al exterior claramente jugaron en contra al momento de recibir inversiones".
Fuente: iProfesional.com
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