Por Juan Diego W.-
En los últimos años, cada vez que el mundo parecía comenzar a jugar en contra de la Argentina, el Gobierno fue encontrando "salvoconductos " que le permitieron capear lo peor del temporal y poner así bajo resguardo al "modelo K".
Sin ir más lejos, cuando estalló la crisis internacional de fines de 2008 y se desplomó la demanda de mercados clave como EE.UU. y la Unión Europea e, incluso, aflojó un poco el consumo interno,Brasil se erigió como el "salvador" no sólo del sector automotriz, sino de gran parte de la industria nacional.
Más cerca en el tiempo, cuando en 2011 la palabra "competitividad" metió la cola en la economía, reavivando el debate sobre los crecientes costos que debían enfrentar las empresas y la conveniencia o no de acelerar la devaluación, las monedas de los mayores socios comerciales -principalmente la brasileña- no pararon de fortalecerse en relación con el dólar.
Esto lo que le dio al Gobierno una gran bocanada de aire fresco para continuar con su política de deslizamiento de "a cuentagotas".
Esto lo que le dio al Gobierno una gran bocanada de aire fresco para continuar con su política de deslizamiento de "a cuentagotas".
Sin embargo, cada uno de estos "escudos" o "colchones" que en los últimos tiempos de la gestión K permitieron sobrellevar o al menos disimular una serie de problemas están evaporándose.
Así, esos "salvoconductos" que le fueron permitiendo al Gobierno descomprimir potenciales escenarios críticos, hoy en día o brillan por su ausencia o plantean una gran incertidumbre en el corto plazo.
"Muchas de las variables que beneficiaban al Gobierno, como la demanda brasileña, la dinámica del mercado interno o la situación del dólar en el plano internacional, hoy muestran un panorama menos favorable para el país", explicó Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora Abeceb.
Según el experto, todos estos factores, sumado a la compleja situación cambiaria, "están propiciando que sea muy difícil que la Argentina pueda crecer por encima del 3% en 2012. La perspectiva es que no supere ese techo, con la posibilidad de que el número final se mueva hacia la baja".
De este modo, la pérdida de estos escudos vitales, según Lamothe, están ocasionando que "la Argentina avance hacia una economía más aplomada y con muchas más incertidumbres".
Por su parte, Diego Giacommini, analista de la consultora Economía & Regiones, sostuvo que "un Brasil creciendo menos, un dólar más fortalecido en el mundo y una soja bajando de precio harán que, de no mediar un golpe de timón en la política cambiaria actual, la economía se siga enfriando y se vaya hacia un escenario de estanflación, es decir, muy bajo crecimiento con un importante aumento en el nivel de precios".
1. Brasil: el "salvador" que ya no es
Tal como se mencionó anteriormente, a partir de 2008 Brasil se había erigido como aliado fundamental para contrarrestar los efectos de la peor crisis internacional en décadas. Y lo hizoadquiriendo más autos, cuando el resto del mundo ya no lo hacía, o tolerando las crecientes prácticas proteccionistas del Gobierno argentino, que comenzó a tener que privilegiar el cuidado de cada centavo de dólar que entraba en la economía.
Tal como se mencionó anteriormente, a partir de 2008 Brasil se había erigido como aliado fundamental para contrarrestar los efectos de la peor crisis internacional en décadas. Y lo hizoadquiriendo más autos, cuando el resto del mundo ya no lo hacía, o tolerando las crecientes prácticas proteccionistas del Gobierno argentino, que comenzó a tener que privilegiar el cuidado de cada centavo de dólar que entraba en la economía.
Sin embargo, la realidad al día de hoy es muy distinta: Brasil no sólo compra menos productos industriales argentinos, sino que también perdió la paciencia a la hora de enfrentarse al "cerrojo" de Guillermo Moreno.
En este sentido, la secretaria de Comercio Exterior de ese país, Tatiana Prazeres deslizó la posibilidad de tomar represalias en caso de que la Argentina no afloje con las medidas aduaneras. Sus dichos tuvieron lugar a pocas semanas de que la presidenta Rousseff ordenara la entrada en vigencia de las licencias no automáticas que frenaron -y continúan trabando- el ingreso de una gran cantidad de productos, entre ellos alimentos.
Sin embargo, el aspecto más preocupante es el de la pérdida de dinamismo de la economía brasileña. Dicho en otras palabras: el país vecino, al menos por el momento, dejó de ser la gran "aspiradora" de artículos con sello Made in Argentina.
Y quienes están pagando el precio, en mayor medida, son las terminales automotrices nacionales, responsables del crecimiento del 10% de la economía y de la mitad de la suba de la industria en los últimos años.
El dato clave es que en mayo continuaron cayendo los envíos hacia ese mercado estratégico, con un derrumbe acumulado del 30% durante los primeros cinco meses del año.
En este contexto, el mejor "termómetro" para analizar la gravedad del enfriamiento del mercado brasileño es el nivel de stocks, es decir, la cantidad de autos acumulados en las concesionarias y terminales de ese país a la espera de un comprador.
En concreto, el inventario de vehículos "juntando polvo" en ese mercado ya equivalen a 43 días de venta, el mayor nivel desde noviembre de 2008, cuando estalló la crisis financiera internacional. Cabe recordar que en abril de 2011 el nivel no superaba los 33 días de ventas.
"Brasil tiene un problema grande con la demanda, que no paró de caer desde principios de año. Esto llevó a que se acumule una gran cantidad de vehículos que no se pueden vender", aseguró Marcos Ferrario, analista de Abeceb, quien recalcó que "un nivel normal y saludable es de no más de 20 días. Y actualmente estamos en más del doble. Es una clara luz de alerta".
En concreto, el inventario de vehículos "juntando polvo" en ese mercado ya equivalen a 43 días de venta, el mayor nivel desde noviembre de 2008, cuando estalló la crisis financiera internacional. Cabe recordar que en abril de 2011 el nivel no superaba los 33 días de ventas.
"Brasil tiene un problema grande con la demanda, que no paró de caer desde principios de año. Esto llevó a que se acumule una gran cantidad de vehículos que no se pueden vender", aseguró Marcos Ferrario, analista de Abeceb, quien recalcó que "un nivel normal y saludable es de no más de 20 días. Y actualmente estamos en más del doble. Es una clara luz de alerta".
Sin embargo, esta es la punta del iceberg, dado que entre enero y abril le compró a la Argentinamenos pescado, hortalizas, algodón, pieles, cueros, lanas, manufacturas de plástico y textiles, entre otros productos.
2. El dólar se hace fuerte en el mundoEn un contexto de creciente incertidumbre internacional como lo es el actual, el dólar volvió a transformarse en el refugio por excelencia para los inversores a nivel global, no sólo para los de la Argentina.
Así, mientras que el oro se encuentra bastante por debajo de sus marcas récord, la divisa estadounidense escaló hasta recuperar sus niveles máximos de los últimos dos años.
Según Lamothe, uno de los efectos más preocupantes que genera este fortalecimiento es que "está agregando una mayor presión devaluatoria en el mercado interno, a medida que en la región las monedas se debilitan, tal como está sucediendo con el real".
Por su parte, la economista Marina Dal Poggetto, del Estudio Bein, aseguró que "con la actual inflación, se reduce el colchón cambiario y se le acabó el margen de maniobra al gobierno argentino. Brasil, en cambio, puede bajar la tasa de interés y devaluar".
Por su parte, la economista Marina Dal Poggetto, del Estudio Bein, aseguró que "con la actual inflación, se reduce el colchón cambiario y se le acabó el margen de maniobra al gobierno argentino. Brasil, en cambio, puede bajar la tasa de interés y devaluar".
Respecto a la moneda brasileña, desde el Banco Ciudad alertaron que "el problema es que la depreciación del real profundiza los problemas de competitividad de la industria argentina, introduciendo una fuerte tensión cambiaria adicional a la plaza local".
"Frente a un gran deslizamiento de la moneda brasileña, la depreciación del peso luce escasa para sostener el actual esquema cambiario y refuerza la sensación de que el dólar oficial está barato", alertaron desde la entidad.
Cabe destacar que en los últimos tres meses la moneda brasileña se abarató casi 20%, mientras que el peso argentino se movió apenas un 3%.
Esto impactó de lleno en un indicador clave para la Argentina, que es el Tipo de Cambio Real. Es decir, la situación cambiaria del país en relación con las principales naciones con las que comercia en función de la inflación.
Cabe destacar que en los últimos tres meses la moneda brasileña se abarató casi 20%, mientras que el peso argentino se movió apenas un 3%.
Esto impactó de lleno en un indicador clave para la Argentina, que es el Tipo de Cambio Real. Es decir, la situación cambiaria del país en relación con las principales naciones con las que comercia en función de la inflación.
Y, según un relevamiento del Banco Ciudad, además de haberse reinstalado el "1 a 1" respecto al dólar -en términos reales-, la competitividad cambiaria argentina con el resto del mundo tocó el peor nivel desde la salida de la convertibilidad.
Esto llevó a que, días atrás, la presidenta de General Motors en Argentina, Isela Costantini, alertara que el país dejó de ser competitivo para la fabricación de autos porque sus costos en dólares son muy elevados.
"Estamos tan caros como Brasil para producir", se quejó la CEO de la firma.
"Estamos tan caros como Brasil para producir", se quejó la CEO de la firma.
3. Soja: preocupa la cosecha
Con respecto al "yuyito", desde Economía & Regiones advirtieron que "la actual apreciación del dólar enciende una luz amarilla para la cotización de la soja. Si la divisa estadounidense sigue ganando valor, el precio de la oleaginosa bajará, reduciendo la contribución positiva del mundo a nuestra economía".
Con respecto al "yuyito", desde Economía & Regiones advirtieron que "la actual apreciación del dólar enciende una luz amarilla para la cotización de la soja. Si la divisa estadounidense sigue ganando valor, el precio de la oleaginosa bajará, reduciendo la contribución positiva del mundo a nuestra economía".
Si bien el precio actual es bueno en términos históricos, la realidad indica que la "caja verde" oficial necesita cada vez de un valor más elevado para poder sostener un gasto estatal que no para de crecer.
Incluso, algunos analistas advierten que tendría que cotizar por encima de los u$s600 para que el Gobierno pueda costear su elevado nivel de erogaciones en cuanto a deudas y salarios públicos.
Incluso, algunos analistas advierten que tendría que cotizar por encima de los u$s600 para que el Gobierno pueda costear su elevado nivel de erogaciones en cuanto a deudas y salarios públicos.
La otra luz de alarma corre por el lado de las cantidades, dado que, por la sequía, el volumen finalmente exportado podría ser menor al que se proyectó el año pasado. La estimación es que se levantarían 40 millones de toneladas, casi 10 millones menos que la campaña anterior.
"Por cada millón de toneladas que se deje de exportar, nuestra economía perdería en promedio u$s535 millones, en tanto que el Tesoro Nacional percibiría $780 millones menos de retenciones y las provincias recibirían $235 millones menos de Fondo Solidario para obra pública", alertaron desde Economía & Regiones.
"Por cada millón de toneladas que se deje de exportar, nuestra economía perdería en promedio u$s535 millones, en tanto que el Tesoro Nacional percibiría $780 millones menos de retenciones y las provincias recibirían $235 millones menos de Fondo Solidario para obra pública", alertaron desde Economía & Regiones.
4. Consumo interno menos calienteMás allá de la situación coyuntural que atraviesa el sector automotriz, que vive su propio boom a nivel patentamientos traccionado por el cepo al dólar, las demás actividades comerciales, en líneas generales, vienen en baja.
Y estas caídas cobran relevancia habida cuenta de lo importante que es para el país mantener un consumo interno que explica más de la mitad del crecimiento de la economía.
Al consabido desplome en el mercado inmobiliario se suma la marcada caída en el nivel de ventas durante el mes de mayo, cercana al 7%.
Al consabido desplome en el mercado inmobiliario se suma la marcada caída en el nivel de ventas durante el mes de mayo, cercana al 7%.
Según un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), "el mercado continúa mostrando señales de menor consumo. La demanda se mueve con mucha cautela, en forma más selectiva y menos interesada que en meses anteriores a la hora de aprovechar los descuentos y ofertas que lanzan los comercios grandes y medianos para atraer compradores".
"Buena parte del consumo se continúa manejando con tarjetas de crédito, pero las familias están menos propensas a endeudarse y eso repercute en forma directa sobre los niveles de ventas minoristas", explicaron.
En este contexto, un relevamiento realizado por la Fundación Observatorio Pyme revela que la variable que más alto escaló entre las preocupaciones de los industriales es, justamente, la caída en los niveles de comercialización.
Cabe destacar que actualmente este descenso afecta al 57% de los empresarios encuestados, mientras que a fines del año pasado apenas alcanzaba al 38%.
Al respecto, el presidente de una de las cámaras de fabricantes de línea blanca de la Argentina, alertó a iProfesional.com que "desde hace años tenemos precios controlados por Moreno y los últimos dos períodos sólo pudimos bancar los aumentos de los insumos y de la mano de obracon el crecimiento en fabricación y ventas", es decir, prorrateando esos mayores costos con más volumen.
"Un aumento salarial de más del 25%, en un sector donde la incidencia de la mano de obra excede el 30% y en el que Moreno no te permite ajustar más allá de un 15%, solamente lo superás con mayor producción. Pero cuando el mercado se enfría, como pasa ahora, entonces te tenés que empezar a preocupar y mucho", alertó el directivo, quien agregó que "esto en definitiva impacta en las inversiones y en la generación de empleo. Termina ajustando por todos lados".
De hecho, según Observatorio Pyme, la baja de rentabilidad es un problema que aqueja al 85% de los industriales, por encima del 79% del año pasado.
Ante este escenario, Giacommini advirtió que "cuanto más se prolongue esta situación cambiaria, con alto nivel de inflación, esto va a repercutir en el aumento del desempleo. Y la baja del poder adquisitivo podría llevar a menor consumo y menores niveles de actividad, alimentando un preocupante círculo vicioso".
Fuente: iProfesional.com
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